Es bellísimo como la Luna nos hace soñar de lo loco... El Sol es imposible, las estrellas son efímeras y sin embargo permanentes. Pero la Luna, la Luna OH la Luna. Ella siempre estpa para los desatentos, para quienes soñas es solo mirar al cielo algunas noches dentro del mes y decir cosas sobre lo que no pueden tocar. Las estrellas inspiran, la Luna, ella solo trae nostalfias terrenas.
Así fue que la Luna se convirtió en un ícono de la literatura, y por consecuencia, en la pseudo-ciencia. La Luna apareció en todo poemario, en toda ilusión en todo cuadro. Los científicos afirmaron observar gente viviendo en ella, a través de sus telescopios. Veintiún trillones de habitantes tuvo el sistema solar en el siglo XIX, ahora, lamentablemente, solo quedamos un poco más de seis billones.
¿A donde se fue el resto?
La verdadera pregunta, la no poética, la no bella, la no nostálgica es:
¿Qué se prefiere, la realidad o la ilusión?
Esa es una pregunta que se tiene que responder la humanidad. Ahora.
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