Comentarios varios sobre varios temas, a veces historias a lo Macedonio, otras veces entrevistas, otras veces manuales para la práctica anárquica, acompañados por fotografías del mismo autor, a falta de fotógrafo profesional que de tomando las fotos para acompañar al tema de cada entrada, debido al carácter errático del autor, quien escribe lo que le da la gana, cuando le da la gana, por lo que un trabajo conjunto es imposible

viernes, 25 de diciembre de 2009

El Arte en Quito (porque no se como sea en otros sitios)

Ahora, no se como este el resto del mundo pero en Quito, Ecuador, ahora, no existe nada que diga que a la gente le importa el arte, ni la politica ni la cultura. Estamos en un tiempo oscuro para el músico acá, y no es culpa de la gente común, al menos no totalmente. Existen músicos, muchos, pero por lo general están en una línea de pensamiento bien vaga, bien egocéntrica, la cual los lleva a hacer música inservible y deshechable. El bailar esta bien, el lamentarse por los amores perdidos también, pero lo que se necesita ahora es conciencia de lo que uno es, no artistas vacíos que andan predicando discursos vacíos igual, que provocan huecos en el alma o que no llenan los huecos provocados por las faltas y falencias de la vida hoy en día. Conciencia de lo que uno es implica que la persona se conoce, se acepta, y defiende lo que cree. No existe entusiasmo por lo que se hace, ni esfuerzo ni trabajo, solo hay el contemplarse en una visión de fama o de subsistencia sin fundamentos, o en alguna orgía mítica que nada tiene que ver con nuestra situación ahora, aquí. Por eso nuestros músicos se estan perdiendo de lo característico de ser músico, que es el tener una voz, la cual la gente escucha, y que las convierte en personas, en individuos concientes de ellos mismos. Los jóvenes se concentran en llenar las calles con arte basura, que no expresa ni siquiera esa necesidad básica de expresarse que los mueve a las calles, a arriesgar la vida pintando pájaros o mujeres o pegando dibujitos tontos que no significan nada, ni para ellos mismos. Por eso los artistas siguen dando a luz a sus creaciones, como sigue la gente teniendo hijos sin quererlos, ni queriendo educarlos. El arte no solo consta del artista, cada obra es una vida que debe significar algo, que debe tener sueños y espectativas. Si creamos arte con técnica, pero vacío de signos y significaciones que se puedan leer, entonces eso no es arte, es basura, es contaminación visual. No se debe ser artista por vicio ni por compulsión, ni por falta de otras aptitudes más lucrativas; artista es el que se entrega al Arte, el que, despues de años de ir obteniendo la técnica, entra en un trance en el que se ve a el y a todo el mundo y se entiende con la realidad mas alla de sus narices. Si tu eres artista y no sabes por qué, trata de encontrarte y así sabras como dar significado a lo que haces. O sino que? Arte por el arte? Eso es basura. Arte por el arte y todos nos quedamos ciegos. Y si eres artista y crees que tu obra tiene significado, pero no sabes cual, o si nadie te puede decir cual es, o si todo el mundo siempre te pregunta, "qué significa una vaca pintada en un papel, pegada en una pared?" entonces quema las vacas que tengas guardadas debajo de la cama, y pinta algo bueno, según la técnica, pégalo en donde te de la gana, y si alguien pasa y se queda mirando, y se le iluminan los ojos, y se le prende el foco y hace algo productivo con eso, entonces habrá tenido significado eso que hiciste y no moriras siendo una persona mediocre. Si no tienes personalidad y te quedas con lo que la gente, que te quiere o que te teme, te dice para complacerte o para complacerse ellos mismos, entonces tu arte estará perdido. Así mismo con la música. Existe la gente normal, que piensa que la música es magia, y por ende, que el musico es un mago. En cierto modo tienen razón. El músico es un mago, y su musica magia, en tanto que mueve a la gente, las levanta del suelo, las lleva a mirar el mundo de una manera en que ellos se proponen cambiarlo. Pero que el músico sea mago depende de su intención y de su propia música. Si la musica que escuchas mientras te cortas el brazo te gusta, entonces estas mal y con vos no se puede vivir. Si sientes que es increiblemente necesario golpear a alguien cuando esuchas musica y sientes que eso es natural, entonces golpea tu cabeza contra el muro cuantas veces sea necesario para que no te vuelvas a parar. Si la musica que escuchas ahoga los sonidos de la vida natural, entonces empaca lo que puedas cargar por tus medios y nunca regreses, porque mereces morir. Pero hay mil oportunidades de vivir diferente. Lamentablemente este mundo ya no esta hecho para gente que siente. Lo hemos desensibilizado hasta el punto en que nos tenemos que gritar entre nosotros para entendernos, y nuestros músicos nos tienen que gritar a nosotros para que nos guste, y porque nos gusta, y solo así iremos a la tienda de discos y pagaremos por oirlos. Antes, todo el mundo era músico, luego, todo el mundo se sento a escuchar, a preocuparse de otras cosas que no tienen valor real mas alla del lucro. Esta es la decadencia de la cultura. Se avecina el fin. El fin de pensar, el fin de sentir. Es la hora de la urgencia, es la hora del desvanecerse, del hedonismo, es la hora de cambiar para morir en paz.  

Positively 4th Street, Lives n Times of Bob Dylan n Joan Baez, Richar Farina n Mimi Baez

Este libro es algo especial. Es una crónica de la historia de cuatro personas: Bob Dylan, Richard Farina y las hermanas Mimi y Joan Baez. Me encantó porque es increiblemente meticuloso con cada detalle de la vida de estos cuatro personajes, fundamentales dentro de la historia de la música folk gringa, famosos unos, desconocidos otros, y sin embargo unidos estrechamente, en lo íntimo y en lo público. Dylan, el imitador de Woody Guthrie que se convirtió en genio, por propio mérito y por excelente marketing de su manager Albert Grossman, Joan Baez, niña predilecta del folk tradicional, por su voz profunda y la simplicidad de su guitarrear, su hermana Mimi, quien mientras Joan vendía millones de discos, se concentraba en desarrollarse como mujer y como música, en un ámbito musical diferente, y Richard, su esposo, vital y desenfrenado, autor de una novela sin publicar y músico rítmitco, apasionado. Fueron tiempos locos, el advenimiento del rock despues de un largo sueño, las primeras demostraciones anti-vietnam y pro-derechos civiles, la musicalidad localizada, una forma de ver el mundo y de sostenerlo en las manos.