
Ayer. Ayer que era solo un día, del quinto piso te botaste. Ayer, en las vacaciones de la vida, de lo tuyo dejaste un suelo envuelto en sangre de pájaro, con tu cabeza estrellada. Llena de estrellas. Estrellada tu cabeza. No solo me dejaste a mi, bueno fuera, egoísta de mi que pense que me dejabas. Una tarde de ni bien venido invierno y ya te botaste a joder la vida al resto. ¿Qué tenemos nosotros de horrible? de algo que no puedes aguantar... ese vacío... lo veo en todos, en todos los que me rodean, en quien me contacto, en quien estiro una mano, el vacio. Yo no lo siento la verdad, ese vacío esta ahí entre nosotros, no me separa de ti, no, por dios, a ti es a quien te separa de mi. Deja de pensar y lánzate, deja de sentir que eres único y que alguna piola te dejara flotando sobre el infinito. Deja de pensar en nada. Deja, y déjame entrar, que yo vengo caminando sobre el aire.
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